Esta herramienta inteligente desvela los secretos de tu hogar

La sociedad actual es el mundo soñado por los amantes de la ciencia-ficción de hace unas décadas, en el que todo es tecnología y cada rincón del hogar alberga un dispositivo electrónico que no solo nos hace la vida más fácil.

Además se conecta con todos los demás dispositivos electrónicos del mundo en una red casi infinita de información compartida.

Casi todos los elementos que la gente usa en el día a día están conectados entre sí, y casi todos se pueden controlar desde el sofá.

Pero esa sociedad es también una distopía de carácter orwelliano en la que cada uno de esos dispositivos electrónicos inteligentes no solo trabajan para los usuarios, sino que también los espían, recabando información acerca de sus costumbres, sus rutinas, sus hábitos de compra, sus preferencias en temas de moda o comida e incluso sus ideas políticas, una “vida secreta de los dispositivos electrónicos inteligentes” que ahora los científicos de la Universidad de Princeton han decidido monitorizar y analizar.

El Princeton IoT Inspector

Estos científicos americanos han diseñado una herramienta muy simple, el Princeton IoT Inspector, que por ahora sólo funciona en dispositivos de Apple y en Linux.

Funciona como los sistemas de monitorización que se ponen en los animales salvajes: recoge datos sobre el comportamiento de los dispositivos (y no sólo el comportamiento público, sino también sobre el trabajo que hacen en segundo plano), para poder estudiar como funciona una casa inteligente real.

Su objetivo es convertir estos datos en un informe académico acerca de los hogares conectados, y para ello buscan voluntarios que accedan a descargar e instalar en sus dispositivos Mac su Inspector y a convertir sus hogares en conejillos de indias.

Para los interesados, se ha creado una página, de lectura obligada para todos los voluntarios en potencia, en la que se explica todo lo que hay que saber sobre el IoT Inspector, incluido el tipo de datos que se van a recabar y cuáles, en cambio, se van a ignorar en pro de no vulnerar la seguridad del usuario, siempre entendiendo que el usuario es el responsable último de la misma y que, por tanto, evitará etiquetar los dispositivos con su propio nombre u otras indiscreciones frecuentes.

Asimismo, el equipo de Princeton se compromete a que, antes de que pase un año desde la publicación del artículo, borrarán todos los datos de los usuarios que hayan colaborado en el mismo, como aparece especificado en el acuerdo de consentimiento que hay que firmar para acceder a la página de descarga.

¿Cómo funciona?

Una vez descargado, el Inspector localiza todos los dispositivos de la red y empieza a comunicarse con ellos, informando de ello al usuario en tiempo real en la pantalla del ordenador, para que sepa exactamente qué es lo que está pasando a su alrededor y qué datos se están recabando.

Es el momento en que el usuario debería estar más atento, porque puede que en algún momento vea dispositivos conectados a la red sin su consentimiento o, lo que es peor, dispositivos que están espiándolo directamente, como por ejemplo cámaras colocadas en hoteles y de las que el cliente no tiene constancia, como ocurrió en un caso con AirBnB

No obstante, es importante ser consciente de que no todos los dispositivos van a aparecer en la pantalla con su nombre y apellidos oficiales (Amazon Echo, por ejemplo), sino que en muchos casos sólo quedará constancia de la marca o del tipo de componentes que usa y del servidor al que envía los datos. Por tanto, no hay que alarmarse si se ven dispositivos anónimos en la pantalla: pueden ser aparatos pequeños sin un nombre oficial y reconocible o algún electrodoméstico inteligente que hace poco que está en la casa y que el usuario ha olvidado contabilizar.

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