Alfombras a medida, personalización y diseño a nuestro gusto

Los catálogos de alfombras de las tiendas son tan exhaustivos que cuando necesitamos una alfombra la buscamos hecha, y no solemos pensar en comprar una alfombra a medida.

Tal vez porque no nos damos cuenta de que, en cuanto a personalización y diseño, esta opción resulta imbatible.

Una alfombra a medida nos ofrece la posibilidad de personalizar completamente nuestra alfombra, en parámetros como:

  • Tamaño
  • Color
  • Forma
  • Textura
  • Remate
  • Base

Dando como resultado una pieza única, nacida expresamente para conjuntar y hacerse parte de nuestra idea de decoración.

Sí, es cierto que puede parecer intimidante configurar tantos parámetros, pero para eso está tu tienda de confianza: para ayudarte a elegir y diseñar tu alfombra perfecta.

¿Cuáles son los puntos clave de la elección de una alfombra a medida?

1. Elección de materiales

El material con el que se confecciona la alfombra es uno de los principales elementos a considerar.

Las alfombras sintéticas suelen ser más resistentes (indispensables por ejemplo si la alfombra es para exterior). Pero los materiales naturales consiguen resultados más cálidos y acogedores.

Entre los primeros, las alfombras de poliamida, poliéster y polipropileno consiguen alfombras de pelo con gran variedad de texturas y calidades, con pelo más o menos suelto, más o menos brillante, más o menos largo, entre otras muchas opciones.

Las alfombras naturales como las de lana o sisal ofrecen un tacto y apariencia inigualables, aunque su mantenimiento no es tan sencillo como las de fibras sintéticas.

2. Elección de colores

Nada define tanto a una alfombra como el color. Si en las alfombras de medidas estándar la disponibilidad de colores ya es amplia, en el mundo de las alfombras a medida el límite es la imaginación.

Sea cual sea el proyecto de decoración que tengamos, no habrá color, textura o matiz que no podamos encontrar, en su punto justo de saturación, mezclilla o brillo.

3. Elección de remates y acabados

Una alfombra no solo es el cuerpo, lo que vemos y pisamos, sino que tiene otros elementos que tenemos que tener en cuenta.

La variedad de remates nos permite afinar en nuestras preferencias: cinta, festón de hilo, dobladillo, fleco…

Cada una de esas opciones se puede alargar hasta el infinito, con diferentes calidades y texturas de telas, cintas, ribetes y anchos diversos, cada uno de los cuales confiere a la alfombra un carácter específico.

La base es importante también: además de la trama sobre la que se asiente la alfombra, podemos añadir opciones como fieltros que la hagan más cómoda o antideslizantes que la hagan más segura.

4. Y por supuesto, el tamaño

Aunque resulte obvio, hay que decir que las alfombras a medida se adaptan a nuestras necesidades, en lugar de forzarnos a nosotros a adaptarnos a las medidas existentes. Nunca más condicionar un proyecto porque no encontramos la medida adecuada.

En suma, una alfombra a medida no es un capricho extravagante, sino un complemento obligado para cualquier decoración que se precie, en la que se haya concebido el proyecto como un todo.

 

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